Sebastián Quimicchi de San Pedro de Cocharcas, quien recibió un milagro de la Virgen de Copacabana, agradeciéndole con una réplica tallada por Tito Yupanqui en 1598. La imagen se veneró en su pueblo y pronto comenzaron a atribuírsele milagros, aumentando su culto. La fiesta es organizada por la Cofradía y los Quimichos, quienes la llevan en procesión. Hay muchas réplicas fuera de Apurímac, siendo las más importantes las de Lima, Sapallanga y Orcotuna. La Cofradía realiza peregrinaciones con réplicas hacia Cuzco, Huamanga y otras ciudades, recolectando limosnas. Las festividades incluyen corridas de toros y bailes tradicionales, celebrándose después de las cosechas. La Virgen, advocación propia del Perú, es representada con rosas y amancay en una mano, y al Niño Jesús bendiciendo con el mundo en las manos en la otra, desligándose de la iconografía primitiva de «Candelaria».
Considerada la principal atracción, esta imagen religiosa es el centro de devoción y veneración en el santuario. Los fieles acuden para rezar y hacer peticiones, así como para agradecer los favores recibidos.
El edificio del santuario en sí mismo es una obra arquitectónica de interés, con elementos que reflejan la influencia colonial y local. Es un lugar donde se puede apreciar la artesanía y el trabajo de los constructores de la región.
El santuario es escenario de diversas festividades religiosas a lo largo del año, especialmente en honor a la Virgen de Cocharcas. Estas festividades incluyen procesiones, misas solemnes, danzas folclóricas y rituales tradicionales que muestran la cultura y la devoción del pueblo apurimeño.
Ubicado en un entorno montañoso y naturalmente hermoso, el santuario ofrece vistas impresionantes que complementan la experiencia espiritual y cultural de los visitantes. Es un lugar ideal para aquellos que disfrutan de la naturaleza y la tranquilidad.
Ubicado en un entorno montañoso y naturalmente hermoso, el santuario ofrece vistas impresionantes que complementan la experiencia espiritual y cultural de los visitantes. Es un lugar ideal para aquellos que disfrutan de la naturaleza y la tranquilidad.
Los visitantes pueden unirse a las festividades religiosas que se celebran en honor a la Virgen de Cocharcas. Estas incluyen procesiones, misas solemnes, danzas tradicionales y rituales culturales que ofrecen una experiencia única de la cultura local.
Se puede explorar el propio santuario, admirando su arquitectura colonial y local. Esto incluye la observación de detalles artísticos y arquitectónicos que reflejan la historia y la identidad de la región.
El santuario está ubicado en un entorno natural impresionante, rodeado de montañas y paisajes pintorescos. Los visitantes pueden disfrutar de caminatas y senderismo en los alrededores, explorando la flora y fauna local mientras disfrutan de vistas panorámicas.
Cerca del santuario, hay comunidades locales donde los visitantes pueden aprender sobre la vida cotidiana, la artesanía y las tradiciones de la gente de Apurímac. Esto proporciona una experiencia auténtica y enriquecedora de la cultura local.
Probar la comida típica de la región es otra actividad destacada. Los visitantes pueden degustar platos tradicionales apurimeños y disfrutar de la gastronomía local en los mercados y restaurantes cercanos al santuario.
Muchos visitantes buscan el santuario como un lugar para la reflexión y la paz interior. Es un espacio ideal para meditar, hacer retiros espirituales o simplemente encontrar un momento de tranquilidad en un entorno sereno.
Lo más común es llegar primero a la ciudad de Lima, la capital de Perú. Desde Lima, puedes tomar un vuelo doméstico hacia el aeropuerto más cercano a Apurímac, que suele ser el Aeropuerto Internacional Alejandro Velasco Astete en Cusco. Desde Cusco, tendrás que continuar por carretera hasta llegar a Apurímac.
Desde la ciudad de Cusco, puedes tomar un autobús o contratar un servicio de transporte privado para dirigirte hacia Apurímac. El viaje por carretera suele ser pintoresco pero puede tomar varias horas, dependiendo de las condiciones del tráfico y del camino.
Una vez en Apurímac, puedes tomar un taxi, un colectivo (combi) o un vehículo similar que te lleve desde la ciudad principal de Apurímac hasta el Santuario Virgen de Cocharcas. Es recomendable preguntar localmente sobre las opciones de transporte disponibles y los horarios, ya que pueden variar.
Es importante planificar bien tu viaje, especialmente si decides viajar por carretera desde Cusco, ya que las condiciones pueden ser variables. Además, verifica los horarios de los servicios de transporte y considera reservar con anticipación si es necesario.